Tres elementos simbólicos son claves en el Roverismo entendido
como método educativo: INDIVIDUO, RUTA y SERVICIO.
Cada rover como INDIVIDUO es el auténtico
y único protagonista. En unos años el dueño de su destino, quien ha de llevar
su vida adulta y tomar sus decisiones vitales no va a ser su colectivo
de pertenencia sino él o ella.
En referencia metafórica muy
expresiva el Roverismo habla constantemente de la RUTA: la vida en RUTA, la RUTA
como camino de superación personal. Hablamos gráficamente al recorrido personal
de autodescubrimiento y superación que en si mismo es la vivencia del Roverismo
a través de la metáfora de LA RUTA. Descubrimiento de si mismo y de su entorno,
puesta en práctica de sus aprendizajes,
superación de retos y
dificultades, avance, progreso, crecimiento... La vida concebida como ruta,
como camino a recorrer.
Por último el SERVICIO en la rama rovers es el valor por
excelencia. El que da verdadera esencia a la vivencia del Roverismo. Se trata
de una actitud de proyección a los demás. En concepto educativo del Servicio,
no solo de cambio de realidades injustas sino de aprendizaje a través suyo de
valores y actitudes. Se trata de desarrollar un espíritu de servicio.